viernes, julio 28, 2006

Intimidades

Siempre, al doblar la esquina de esta calle, siento un aleteo dentro de mi porqué se que al fondo de ella, está la rusa, esta Satán, están mis flores, estan mis cosas, esta mi casa. En ella esta todo lo que desee y soñé, siento que todavía hay algo más.





Por fin en casa.






Las flores, los colores, mi casa.







Esta rosa blanca, nada tiene que ver con la casa de York, así como la terciopelo tampoco representa a la casa de Lancaster, ni mencionar a la Guerra de las Rosas, en todo caso podrían ser los colores de River Plate.




Lo que veo por la ventana de mi cueva.















Una rosa terciopelo




Los dueños de casa. la rusa y Satán.




Satán en su infancia





Tal vez por esa inconciente obsesión de todos los fotográfos de ser los guardianes del tiempo. Tengo la manía de coleccionar relojes, de cualquier tipo, forma y precio, también me gusta tenerlos siempre a la vista y cerca de quienes me dieron el "tiempo mas alegre" de mi niñez, el gordo y el flaco.


Esta es mi "cueva", aquí trabajo, paso el tiempo, me comunico con el mundo. Aquí, esta prohibido tocar todo, cualquier cosa, aunque parezca a otros ojos que no sean los mios "que eso está mal allí". Este es mi lugar y me siento un tirano absoluto.





La rusa maltratando a Satán




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